lunes, 23 de enero de 2012

El fin del verano...

Después del verano, estaba con unas ganas locas de volver a entrenar, pero por temas de intendencia, hasta principios de Octubre, no iba a poder hacerse en la piscina de Las Encinas, por eso, algunos de los Osos, consiguieron una piscina en Getafe, algo justa de profundidad, pero suficiente para quitarnos el mono de rugby-sub.
Obviamente, la gente nos miraba raro, imaginaos a seis tíos, buenos y machorros, con bañadores de natación en lugar de las bermudas piscineras, con gorros de waterpolo, aletas, con unos balones que se hundían en el agua y una especie de papelera de metal... Tremendo.
Ricardo dirigió el entrenamiento, y una vez más, pese a la poca profundidad y lo pocos que fuimos, todo fue muy divertido.
Como ya me habían dicho, dada mi estatura, mi puesto iba a ser el de Guarda. Además de que dar patadas a la gente siempre se me ha dado bien, tanto que hasta me he ganado un cinturón negro por ello :) Tan bien se me daba, que ese día de entrenamiento recibí a uno de mis compañeros con un cariñoso talonazo en la cara (perdón Félix). Cariñoso, ya que no hubo consecuencias. Por si acaso, pregunté si eso era legal, y me aclararon que incordiar para mantener la distancia, sí; patear no.
Cuando ya se nos hizo de noche, lo dejamos, y nos fuimos disfrutar de otra de las especialidades de los deportistas: El tercer tiempo; en el que nos pudimos recargar las pilas, y tomar unas cañas y unas tapas un tanto especiales: hamburguesas (sí amigos, como tapa).
Este fue el último del verano en una piscina al aire libre.
El siguiente ya se hizo en el club oficial, Las Encinas, en la piscina cubierta.

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